Cuando una empresa experimenta una
serie de necesidades se debe usualmente a dos situaciones: dichas necesidades
son creadas por desventuras o por mala administración.
Cuando se tiene una mentalidad
cortoplacista del negocito (no de empresa formal) es muy común la subvaloración
de la prevención, del buen consejo especializado, de la capacitación del
personal en normas anticorrupción, etc., lo cual incide en el nivel de los
conflictos y en el impacto económico capaz de boicotear el verdadero progreso
empresarial.
Entre las ventajas que
ofrece la capacitación del personal, cabe citar las siguientes: a) contribuye a
que el trabajador pueda solucionar problemas y tomar decisiones en situaciones
concretas; b) favorece la confianza y el desarrollo personal; c) ayuda a la
formación de líderes dentro de la empresa y promueve el trabajo en equipo; d) mejora
las habilidades de comunicación y de manejo de conflictos; e) alienta un mejor
desempeño; f) favorece la promoción hacia puestos de mayor responsabilidad, entre
otros beneficios más.
En ese sentido, es de
suma importancia para cualquier empresa realizar mejoras internas en los
procesos de gestión y de supervisión así como incentivar e incrementar los
valores de confianza, credibilidad y seguridad dentro de la empresa; y, al
mismo tiempo, frente a cualquier conducta errónea o disfuncional amerita actuar
de forma positiva y oportunamente.
Cuando se inicia un proyecto, la
opinión del experto en asesoramiento legal empresarial es vital y para ello se
necesita estar con la predisposición de complementar en otras áreas de la
empresa, resultando por ejemplo muy frecuente aquella complementación tanto con
el área comercial como de contabilidad fiscal de la compañía.
Al prestar este servicio, amerita
interiorizarse a fondo con el giro de la empresa, trabajando en equipo para
ayudar a las demás áreas a lograr los objetivos trazados, lo cual implica
involucrarse y proponer alternativas legales, convirtiéndose en un aliado del
área de negocios a favor del emprendedor.
Uno de los principales aportes que ofrece el asesoramiento legal
empresarial es transmitir los inconvenientes de alguna idea o proyecto,
adelantándose a los posibles acontecimientos para encontrar soluciones,
levantando puentes (no muros) basados
en la objetividad y el sentido común sin caer en el pesimismo ni el optimismo
ingenuo para llegar a la meta (consolidar aquel proyecto o
idea).
El abogado no debe ser visto únicamente como un apaga incendios (se lo busca únicamente cuando surge el conflicto o cuando el
litigio está encima y urge con nerviosismo su presencia especializada) pues
en virtud de su capital básico que es la confianza (cuyo cimiento tiene que ser la “ética”), la función
primordial del abogado es la de brindar “seguridad” a su cliente y esto desde
una perspectiva empresarial se traduce en ofrecer seguridad a la empresa para
el cuidado especialmente de su patrimonio.
Un asesoramiento preventivo provechoso
y una eficiente intervención profesional de carácter correctiva traen consigo
implicancias satisfactorias a corto, mediano y largo plazo para la empresa
especialmente en el ahorro de tiempo, dinero y energía además de salud
emocional a las personas convergiendo hacia su desarrollo progresivo y de mayor
rendimiento.
Las empresas habitualmente se
encuentran sujetas a verificación por parte del Servicio de Impuestos
Nacionales, la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Empresas, el
Ministerio de Trabajo, Gestora Pública de pensiones, Servicio Nacional del
Sistema de Reparto, entre otras reparticiones del Estado.
De allí que amerita una actualización jurídica constante dada la
dinámica de reformas legislativas acaecidas en nuestro país siendo importante
la adquisición de determinados conocimientos especializados sobre obligaciones
tributarias, el marco normativo laboral y de seguridad social vigente, la
participación contractual de la Empresa con el Estado, los medios de prevención
de riesgos legales empresariales y su defensa legal; la inversión socialmente
responsable, las obligaciones en materia de regulación y defensa de
la competencia, la responsabilidad penal en la estructura de la empresa y sus
severas consecuencias (Ej.: restricciones de libertades a
ejecutivos, gerentes, directores y síndicos; anotaciones preventivas de bienes,
etc.), los medios alternativos de resolución de conflictos como
solución complementaria de administración de justicia. Todo este bagaje de
conocimientos propicia una adecuada prevención y posibilita una apropiada atención
cuando surjan contingencias.
*Abogado de litigios y Asesor Jurídico de
Empresas.