Ciro Añez Núñez.
Por
el número de denuncias que existen a empleadores en el Ministerio de Trabajo se
puede evidenciar que algunos patrones se han dado a la tarea de rebajar los
sueldos de sus trabajadores sin cumplir siquiera con el preaviso de tres meses
de anticipación lo cual implica despido indirecto e intempestivo del trabajador
asalariado. También existen denuncias por retraso en el pago de los aportes de
los trabajadores a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y el
incumplimiento en la entrega de subsidios maternos.
Esta
maliciosa estrategia del despido indirecto e intempestivo juega también un rol psicológico pues el trabajador al verse sorprendido de esta
ingrata noticia y en vista de que le resultará difícil conseguir un nuevo
trabajo de forma inmediata (por ejemplo,
esto puede ocurrirles a los profesores escolares de unidades educativas
privadas, que ni bien empiezan las clases se dan cuenta de que su sueldo a
enero les ha venido con una rebaja significativa y conseguir un nuevo trabajo
es casi imposible pues los demás colegios también empezaron las clases y ya
cuentan con un staff completo de profesores); por lo tanto, a éstos
trabajadores no les queda otra que aceptar su nuevo salario rebajado y lo peor de
todo es que además existen algunos empleadores perversos que todavía
desinforman a sus trabajadores indicándoles que ellos no quieren despedirlos, incitándoles
a que sea el trabajador quien renuncie y por consecuencia pierda su derecho al
desahucio.