Ciro Añez Núñez.
Para que en un país exista un
aumento de emprendimientos formales y una mayor productividad es importante contar
necesariamente con “certeza jurídica” y “seguridad jurídica”.
La certeza jurídica consiste en “saber a qué atenerse” basado en el conocimiento de la ley. El
saber “a qué atenerse” es conocer los derechos y los límites
de actuación que la ley otorga (saber lo que es permitido y lo que no lo es). A
diferencia de la seguridad jurídica, el cual es un principio
constitucional (de mayor rango normativo) que involucra tanto “la
previsibilidad de las reglas de juego” como “la calidad
institucional”; pues en sentido amplio implica la
eficacia en el cumplimiento de las disposiciones legales, esto es, el respaldo
de los poderes ejecutivo, judicial y legislativo a los derechos y deberes que
tienen las personas en virtud de la ley (calidad institucional).