Ciro Añez Núñez.
No se trata de narcisismo, menos aún de conquistar algo o a alguien para conseguir el amor; o que debamos ceder a un proceso para tenerlo; o, que otra persona u otro ser vivo (mascota) sea quien la tenga y nos la da (como extirpando algo, para recién obtenerlo). No consiste en extraer sino en compartir lo mejor que tienes (Ej.: tu tiempo, tus energías, tu vida).
Tampoco es como
salir de compras, probando simultáneamente diferentes alternativas hasta
encontrar una supuesta mejor opción (o
mejor partido) para quedarse con eso, acorde a lo que considera como
aceptable (a propio beneficio y
expectativa), siguiendo una serie de opiniones obstinadas y pretextos para
justificarse, como ser: admiración, encandilamiento, respeto fingido,
fascinación, etc., autoengañándose (esto
es, vivir inventándose ilusiones, fabricándose ideas sobre otros en base a su
propio gusto y satisfacción personal. Por eso, no se debe admirar ni despreciar
a nadie sino percibir todo tal como es).
No se debe
convertir a alguien como una cosa u objeto material, para adquirirla, poseerla,
manipularla y reducirla a conveniencia, sometiéndola a seducción e intereses
deshonestos, merced a caprichos, prejuicios y, en algunos casos, motivados por
el lucro, transacción o negocio, avaricia, placer (confundiendo amor con sexualidad o atracción sexual), lujuria,
entretenimiento y distracción, al extremo de instrumentalizarla (a la persona) como si fuese una llave,
bajo la creencia de que a través de ésta, obtiene o consigue el amor,
promoviendo el absurdo "chantaje" emocional económico (si no das dinero, no te doy mi amor, no lo
mereces; o, te restrinjo y limito para controlarte y poseerte, violencia económica
y patrimonial, previsto en los arts. 250 Bis y Ter del Código Penal); razón
por la cual, se distorsiona todo, llevando dicho ser humano, una vida
desagradable colmada de toxicidad humana, volubilidad, insidia, ansiedad,
compulsión, embuste, teatro, drama psicológico, frustraciones y violencia. Es
decir, una vida miserable.
Con todo ello, es
menester no confundir el amor con relaciones humanas, pues toda relación humana
es externa, es el conjunto de interacciones con determinados vínculos, por
consecuencia, para que éstas (relaciones
humanas) sean sanas, amerita administración, confianza, compromiso y
sensatez recíproca.
En ese sentido, dado que cada 14 de febrero, recordamos el Día de los Enamorados, elijamos vivir alegres con nuestra pareja, compartiendo una relación de nutrición (de estar dispuestos a nutrir otra vida y de incluirla de forma consciente) en amor, integridad, fidelidad, lealtad y compromiso mutuo, con emociones sinceras y dulces que permiten el florecimiento integral de cada ser humano, no en opiniones obstinadas. Muchas bendiciones en sus vidas, queridos amigos. Ama. Si te vuelves muy amoroso, tu existencia será agradable. ¡Feliz San Valentín!