Ciro Añez Núñez
Disfrutemos del proceso de aprendizaje, aplicación, ejecución y concreción de ideas con excelsitud.En el proceso
enseñanza/aprendizaje de la vida, todos somos estudiantes, por cuanto, vivimos
en constante y continuo aprendizaje, lo cual implica, ejercer una cultura de
disciplina. Sin embargo, no debemos quedarnos tan sólo en la teoría sino
materializarla buscando la excelencia, sin caer en los extremos (gente
acaudalada pero miserable, indigentes, desdichados, idiotas muy cultos,
indolentes holgazanes, facinerosos y/o corruptos desvergonzados).
Somos disciplinados cuando nos
esforzamos constantemente y estamos dispuestos a aprender a hacer todo mejor,
por consiguientemente, valoremos inmensamente nuestras vidas e incentivemos la
cultura de la disciplina y la integridad, máxime, si tenemos que hacer
este viaje, el recorrido dentro de nuestro tiempo asignado.
Evitemos ver la vida de forma muy
estrecha. Aprovechemos nuestra apreciada vida. Tenemos la capacidad, el
compromiso y el coraje de convertir la “posibilidad” en “realidad”, por ende,
las preguntas como estudiantes que debemos hacernos es: actualmente, ¿qué es,
lo que la humanidad, necesita más? ¿qué podrías hacer realidad? ¿qué podrías
crear (que sea auténticamente de beneficio para los demás)? Si tu vida es tan
preciada, no tiene sentido que hagas de ella un desastre, haciendo lo que no te
agrada y vivas pensando en ganarte la vida, cuando en realidad, ya tienes dicho
privilegio (lo estás ejerciendo, estás vivo); por lo tanto, debemos vivir de
forma consciente y significativa acorde a nuestros dones.
Es menester reconocer esto y en
base a ello, según los talentos individuales, cada estudiante decida y vaya a
la acción, disfrutando del proceso, convirtiendo sus talentos en habilidades,
llevando una vida significativa, gozando
del proceso y no llevar una existencia neurótica, egocéntrica en el logro (es
decir, tu alegría, felicidad, tristeza o tu miseria, no debe estar determinada
por algo o alguien a tu alrededor, dado que el tiempo es tu vida -lo que en
este momento está pasando, no sólo es el tiempo sino también tu energía, tu
vida-, por ende, si no disfrutas del proceso, porque única y exclusivamente,
estas orientado en los objetivos o metas -conseguir algo, sufriendo por ese
algo-, llevarás una vida estresada, desventurada, ansiosa y amargada, por falta
de sentido común).
Las ideas sin ejecución se
convierten en ilusiones. Los deseos solo son intenciones. La intención, solo
brinda la dirección, pero no significa hacer. Aprovecha tu vida, haciendo algo
que valga la pena que consuma tu vida, todo con visión prospectiva, sin
agobiarse por las metas sino trabajando asiduamente, disfrutando del proceso de
vivir.