Ciro Añez Núñez.
Es propio de la especie humana el creer tener la razón; sin embargo, no es
lo mismo “tener razón” que “llevar razón”.
“Tener razón” es algo objetivo, una tarea difícil, resultado de la
investigación minuciosa, análisis de todas las perspectivas posibles, de las expectativas basadas en datos, el
conocimiento, la lógica y el sentido común, que luego se confirmará en el
tiempo, esto es en lo pragmático: la realidad.
Por otro lado, “llevar razón” es más subjetivo, por cuanto se impone la
percepción a la realidad. Es así que, si una persona solo habla sin darse el
tiempo y el trabajo de leer, estudiar, investigar, analizar, comparar,
contrastar con criterios objetivos en base a la experiencia y la realidad concreta;
y, únicamente repite lo que alguien dijo, pues tan solo está llevando la razón.
Por ejemplo, en una discusión uno puede llevar razón sin tenerla (inclusive ganar un debate a pesar de estar
equivocado en sus argumentos) o puede tener razón y aun así no llevarla (perder un debate aun teniendo la verdad a
su favor). Sin embargo, será más
adelante, en los hechos (la realidad),
donde se confirmará quien tenía razón.
En temas de liderazgo, se dice que si un líder va cinco pasos
atrás, éste no sirve, por ende, se pretende diferenciar entre profetas y líderes políticos, bajo la
creencia de que un buen líder será aquel que deba ir tres (3) pasos más adelante de
la manada (es decir de la población), porque si va veinte (20) pasos más
adelante de la población es un profeta, y aunque éste tenga razón, no será al gusto de la gente (habitualmente porque no gusta a la gente promedio que le digan sus verdades y viven sufriendo de sus propias mentiras y engaños), por ende, aquel profeta correrá
el riesgo de que sea, por propios y extraños: malentendido, incomprendido, odiado, vilipendiado, sacrificado, entre
otros prejuicios más, pero será a futuro cuando recién le den razón, encontrándose la población en peor situación que la anterior.
Esta creencia, lamentablemente tiene también sus bemoles pues los líderes inescrupulosos tienen por lógica política, la preocupación por la lista de votos, compiten entre ellos y al ser un mercado de pocos, suelen usar la típica "manipulación programada", esto es, preparándose
con anticipación (para estar tres pasos
más adelante), diseñando un mapa de acción sacándole partido al hecho, de que la persona promedio solo escucha (o sigue) a quienes dicen lo que
ellos desean escuchar, siendo por lo general, lo más importante para éstos, el
tener dinero en el bolsillo incluso más que su propia tranquilidad, por lo tanto, hurgan el ego y la codicia de la gente, para el chantaje y sus nefastos propósitos.
De allí que aquellos líderes deshonestos prometen situaciones a tres pasos
más allá de su población y para lograr este cometido, implementan medidas populistas para hacerles creer a los demás, una serie de contextos que en apariencia son bondadosos pero en realidad están trastocados, maquillando cifras, promoviendo el fanatismo político dogmático (radicalizándolo todo en supuestas
Izquierdas y Derechas), endeudando en sobremanera a sus países, usando estadísticas
parcializadas y encuestas pagadas, no ejerciendo una verdadera lucha contra la
informalidad y la corrupción sino por el contrario, ejerciendo lawfare direccionado hacia sus opuestos (atacando a la libertad personal, a su estado de salud -el cual está más próximo a la vida- y a sus bienes -propiedad privada-); generando un alto coste social e infierno fiscal para
desincentivar el emprendimiento auténticamente formal, pretendiendo que casi todos
sean empleados públicos o que aquellos pocos formales (para que puedan sobrevivir) se vean en la necesidad de prestar sus servicios a las estructuras estatales, para que de una u otra
manera casi todos dependan únicamente del Estado; sometiendo a la población a
la distracción continua mientras cada vez más se restringen las libertades
individuales y la propiedad privada (pasando la gente de ser propietarios a simples usuarios, por ejemplo, a través de los corralitos
bancarios; o, estar supeditados a decisiones de “terceros supranacionales”, quienes
decidirán de lo ajeno, tal como viene advirtiéndolo, hace tiempo, el abogado y
economista paraguayo Dr. Víctor Pavón, afirmando que “bajo el pretexto de
protección del medio ambiente, los defensores de derechos humanos en asuntos
ambientales, tendrán derecho de acceso, por ende, podrán juzgar y decidir de lo
ajeno en veinticuatro países de Latinoamérica y el Caribe, afectando las soberanías nacionales, convirtiéndose en autoridades
competentes para atender e intervenir, en temas que hacen a la propiedad
privada de una persona o empresa, hasta llegar a la producción, el comercio y
los servicios económicos, tal como se tiene previsto en el Acuerdo de Escazú”, cuyo
Tratado en el caso boliviano, ya se encuentra suscrito y ratificado, mediante
Ley N° 1182 de fecha 03 de junio de 2019); mayor expansión del colectivismo
fanático (que considera al individuo como
una circunstancia y no como un actor principal con dignidad); la
implementación del comisariato; generando angustias a quienes se opongan o no
sigan sus designios mientras premian a quienes están con ellos hasta que éstos
ya no le sean útiles o no acepten todas sus condiciones; promoviendo divisiones
en lo social (como si ser diferentes sea algo
malo o perverso, cuando las diferencias son justamente las que posibilitan el
desarrollo y el progreso humano. Si bien, no somos imprescindibles, pero sí todos
somos necesarios. Debemos desprendernos de la careta del ego, de los prejuicios
intelectuales, emocionales, sexuales y materiales, para entender quiénes somos verdaderamente. Si estamos en este mundo, es porque tenemos una finalidad, no debemos vivir como
sociedad ensimismados en estar fraccionados sino unidos - la unidad no es la
exclusión de los contrarios sino la suma de los contrarios-); entre otras más
situaciones desbastadoras.
Como vemos el peligro de la "manipulación" es algo muy común en los líderes desaprensivos y el resultado es catastrófico. No olvidemos, por ejemplo, que la calidad del medio ambiente ocurre cuando se respeta la propiedad privada y la inversión en consonancia con la preservación de la naturaleza, y no con imposiciones foráneas violando el artículo 257-II numeral 4) de la Constitución boliviana que establece que se requerirá de aprobación mediante referendo popular vinculante previo a la ratificación los tratados internacionales que impliquen: “Cesión de competencias institucionales a organismos internacionales o supranacionales, en el marco de procesos de integración” (esto referente a la implementación de los defensores de derechos humanos en asuntos ambientales con el derecho de acceso, mencionado por el Dr. Pavón, sobre el Acuerdo de Escazú).
En la vida, un problema puede tener incontables soluciones, no es matemático,
por ende, la solución que debemos elegir es una solución útil para el momento
en la que elegimos, luego más adelante, podemos elegir otra más adaptada al
resultado que nos ha producido la primera solución.
En ese sentido, la solución útil está en la propia
población, esto es, estar siempre mejor informados, vigilantes y "no dejarse manipular".
Sin embargo, para lograr esto y tomar buenas determinaciones, amerita que
exista cada vez más una vida sin hipocresía en lo individual pues pueblo es la "suma
de los individuos" que salen en defensa de sus libertades individuales, vida, salud y propiedad privada, pensando
en ellos mismos, en su ascendencia (proteger
a sus padres adultos mayores) y en su descendencia (proteger a sus hijos, nietos, las próximas generaciones).
Todo lo explicado anteriormente, no es ninguna novedad para la humanidad,
pues sólo existe una sofisticación a este iterativo histórico de codicia, mentira,
engaño, poder y placer. De allí que, Thomas Jefferson con bastante acierto y
claridad, hace muchos siglos atrás, afirmó: la “eterna vigilancia es el precio de la libertad”; y, como personas
de bien (cuyo legado, es, ser verídicos
testimonios de vida), debemos estar siempre prestos a dicha vigilancia sin
fingimiento ni cobardía.
No se trata de tener profetas o de tener líderes sino de ser cada vez más
honestos para tener más unidad de cuerpo pues si se desea tener una buena cosecha de óptimos servidores
públicos y de autoridades probas, por el bien de todos, antes se debe tener una
amplia siembra de auténtica decencia y honestidad, pues si todos estamos dentro
de la mentira obviamente todos somos parte del gran autoengaño cuyo final será un
perjuicio enorme por generaciones. Es por eso, que todo lo que hacemos, todo lo
que decimos y nuestras actitudes, son una siembra y el resultado de la siembra
es la cosecha.
No se debe caer en la absurda creencia de que unos son mejores que otros, cuando
resulta que todos sin discriminación alguna acaban siendo igual de peores por estar encadenados a cajas mentales basadas
en la codicia (creyendo desatinadamente
de que por tener mucho se es mejor persona) además de ser esclavos de la
egolatría, la mentira, el engaño y la corrupción. No olvidemos, progreso y
prosperidad no consiste únicamente en ostentación colosal de dinero, por
cuanto, no se trata de crecer a cualquier precio sino de crecer con integridad
porque si todos somos falsos nuestra propia hipocresía finalmente nos
destruirá. Tampoco se trata de ser moralistas puritanos sino tratar de tener sentido
común. Si deseamos un mejor futuro debemos necesariamente mejorar nuestro
presente pues es la realidad objetiva (el presente
continuo) quien define "tener razón".