VÍDEOS CLASES TUTORIALES

domingo, 13 de junio de 2021

No a la impudicia simulada en falso empoderamiento

Ciro Añez Núñez.

Todos los extremos son malos, así como lo es el pudor y su antagonismo (el morbo) cuando es usado como producto comercial (Ej.: los “reality show”, donde mostrar la vida privada, puede resultar un trabajo remunerado o no); así también, lo es, buscar la celebridad con la aniquilación del pudor camuflado en un empoderamiento espúrico.

Parafraseando al escritor italiano Fabrizio Andreella, olvidan que “el pudor es la piel de la conciencia”, puesto que cuando el cuerpo es reducido a carne, insignificante herramienta de excitación ajena, el amor propio erige la barrera del pudor.

Andreella, con justa razón, indica que se puede jugar a ser impúdicos sin ninguna dureza, pero no se puede ser impúdicos sin provocar una reacción. “Todo lo que es profundo ama la máscara”, sentenciaba Nietzsche, y la elegancia del pudor es un buen ejemplo.

En la era de los selfies, los realities, las redes sociales, la estulticia influyente y la pornografía de fácil acceso, lamentablemente en ciertos ambientes juveniles, se está practicando el impudor con fanatismo, confundiendo la autoestima con el exhibicionismo, promovidos por aquellos que los influencian (o se dejan influenciar) en las comunidades de los medios en los cuales se expresan, fundados en el siguiente mensaje engañoso (especialmente para las adolescentes): “si estás orgullosa de tu cuerpo, muéstrate al desnudo sin filtros por las redes sociales (enviando, por ejemplo, fotos de partes de tu cuerpo desnudo y provocador - lascivo- por whastapp entre compañeros de curso, subiendo fotos al Facebook que cumplan con dicha referencia, etc.), entonces tu autoestima estará donde debe estar”.

Todo esto bajo una falsa idea de que se logra un “empoderamiento”, porque creen y aducen de que, al ser libres, nadie puede privarles de su decisión de practicar una alternativa al impudor. Es decir, trastocan la palabra libertad por libertinaje, omitiendo que libertad implica “responsabilidad”, no lo contrario.

Existe una pansexualización que ha alcanzado al cuerpo humano como mercancía y a los “seres humanos cosificados”. De allí que el pudor es algo que no se refiere sólo a las relaciones íntimas, sino a todas relaciones sociales, incluyendo las mediáticas.

El art. 15-III de la Constitución boliviana, establece que “el Estado adoptará medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género y generacional, así como toda acción u omisión, que tenga por objeto degradar la condición humana (….), tanto en el ámbito público y privado”.  

De esta manera, para aquellas personas que inducen a los adolescentes (tanto mujer como varón) a practicar el exhibicionismo corporal por las redes sociales, se hacen "responsables" por la comisión del delito previsto en el artículo 323 Bis, parágrafo primero del Código Penal, cuya sanción oscila entre diez a quince años de privación de libertad siendo agravada en un tercio cuando la víctima sea niña, niño o adolescente, puesto que cualquier consentimiento, que pudiera existir en aquellas víctimas, ésta se encuentra viciada (justamente por el engaño).

Como sociedad, como ciudadanos, como padres de familias, como personas de bien, siempre y en todo momento, estemos solícitos a influenciar positivamente a los adolescentes, motivándolos a que tengan una existencia productiva, a que ostenten una mentalidad de crecimiento, que detecten oportunamente sus talentos y lo desplieguen, esto es, que no pierdan el tiempo que tienen asignado, pues (todos) solo una vez pasamos por esta vida.