La vida, la salud, el empleo y la seguridad
alimentaria son prioridades. Esta realidad debemos verla con un enfoque
interdisciplinario.
Hace varios meses atrás escribí y se publicó en
la prensa nacional dos artículos de opinión, uno titulado: “La salud pública es responsabilidad de todos los niveles del Estado”
y el otro: “Coronavirus puede también
matar empresas”.
Ante una crisis sanitaria empeorada, con mayor
razón, los entes territoriales autónomos deben intervenir cada uno acorde a su
propia realidad, exigiendo el apoyo del gobierno central con todo lo que se
encuentre a su alcance (no a la inversa,
por cuanto contamos con Gobernadores, Alcaldes, etc., más que instaurar
delegados presidenciales en cada Departamento), desde el respaldo al sector
médico (es probable que lleguemos al
colapso total del sistema sanitario), sugiriendo que además del uso de
antibiótico, hidroxicloroquina, anticoagulante como la heparina, entre otros,
que el equipo científico nacional analice la posibilidad de probar la utilización
del Plasma de los pacientes curados de Covid-19 en favor de los recientemente
contagiados; obtención de más respiradores, conseguir financiamiento
internacional, entre otros.
En el sector empresarial, es momento de dejar de lado la retrotopía y
apostar por la reinvención pues ante la necesidad de menor contacto humano, se
debería buscar mitigar el impacto del desempleo generalizado, las quiebras
empresariales, cierres de empresas, entre otros, por lo que amerita ampliar los
Delivery Services para más agentes productivos,
fortaleciendo y cumpliendo las debidas medidas de bioseguridad, por
ejemplo, en el sector automotriz, debiera ser éste incluido en la cadena
logística de la vida y la producción, posibilitando el servicio, soporte
técnico, venta de vehículos y de repuestos; similar situación para otros
rubros, como el Hotelero, dando servicios complementarios, que reduzcan riesgos
sanitarios, por ejemplo, desde el arrendamiento de sus habitaciones
adaptándolas para atención médica, por ejemplo de pediatría, psicología, etc. (cumpliendo normas de bioseguridad y limpieza) hasta la ampliación de su servicio de lavandería
para el público en general, entre otras ideas de negocios creativos.
En cuanto al Delivery Service (entrega a domicilio) de alimentos y comidas,
los precios deberían sincerarse, es decir bajar su importe pues existe un evidente
incumplimiento de satisfacciones pre y post crisis sanitaria. El precio normal
pre pandemia se pagaba porque involucraba la comida con una excelente presentación,
recién elaborada (caliente), cordial atención del mesero en un ambiente acogedor con buena música, aire acondicionado, etc.,
ahora nada de eso se está vendiendo sino tan solo una comida tibia o fría
dependiendo las distancias en la entrega.
En el mercado del “Digital Meet & Greet”,
una cosa es hacer negocitos informales y otra hacer verdaderamente empresa
donde se cumplen obligaciones de legalidad como las tributarias y se contribuye
al desarrollo integral de un país. El hecho de regalar contenido puede ser útil
inicialmente para efectos de marketing pero cuando esto se prolifera y
generaliza dicho rubro se descalifica a sí mismo, se boicotea y perjudica.
Hoy en día, es una buena oportunidad para el “Digital
Meet” en cuestiones académicas; sin embargo, debe primar el cumplimiento
estricto de la norma vigente pues lo contrario es fraude educativo, especialmente
en las capacitaciones universitarias curriculares y extracurriculares pues por un sentido de
seriedad y de formalidad (evitando la
arbitrariedad y la ilicitud), éstas deben estar acordes a programas
oficiales debidamente aprobados; por ejemplo: las Universidades privadas deben
estar autorizadas para dictar “clases virtuales” y a su vez facultadas para certificar
horas académicas “virtuales” por parte del Ministerio de Educación cumpliendo
todas las exigencias estatales previstas para tal fin.
En el caso de las Universidades públicas tienen
regulaciones internas, entre ellas, las de auditoría que deben ser cumplidas,
verificación financiera tributaria (más
aún si se cobra al público en general sean nacionales o extranjeros, deben ser en cuentas bancarias de la Universidad, no en cuentas de terceros), plantel
docente debidamente acreditado en educación virtual, cumplimiento de procesos
de calidad académica, financiera, procedimientos administrativos
de aprobación de toda actividad académica con valor curricular, el adecuado uso
de insignias o distintivos de la institución, entre otras que dan a entender que
responden a programas oficiales de dichas Casas Superiores de Estudios,
debiendo existir estricto control y registro de los certificados extendidos,
velando de esta manera la buena reputación
y el prestigio institucional, preservando su acreditación institucional y/o
la acreditación de las carreras universitarias que ésta posean en la
Confederación Universitaria Boliviana (CUB); y, con mayor razón en el caso de
aquellas instituciones que se encuentren en procesos de incursionar al Sistema
de Acreditación Regional de Carreras Universitarias de los Estados Partes del
MERCOSUR y Estados Asociados.
Como vemos, en época de pandemia global amerita
el despliegue y el flujo de la creatividad pero éstas deben conducirse bajo el
sendero de la formalidad porque lo incorrecto es incorrecto aunque todos lo
hagan, debiendo el Estado hacer seguimiento (más
aun en estos tiempos de crisis y de reducción o falta de ingresos económicos
estatales) a efectos de evitar la evasión fiscal, el enriquecimiento ilícito
de particulares, las estafas, la corrupción y demás arbitrariedades que socaban
la institucionalidad, el desarrollo económico de un país y afectan al marco
regulatorio del derecho de competencia.
En estos momentos de crisis resulta detestable
el oportunismo basado en lo informal por cuanto es el momento de aportar y
levantar al país por la vía del trabajo honesto, tratando de ser personas íntegras no solo pensando en beneficio propio sino de toda la sociedad y no así en
favor de determinados nichos o gremios por la vía de la informalidad, aprovechándose
de la ocasión (desgracias ajenas).
*Asesor Legal Empresarial y Abogado de Litigios.
*Asesor Legal Empresarial y Abogado de Litigios.